GLOBAL METAL – SAM DUNN 2008
Continuando con las aventuras de nuestro ínclito aventurero (y también antropólogo y Metalhead en su tiempo libre), Sam Dunn nos presentó en 2008 la segunda parte de Metal, A Headbanger’s Journey, de la que ya os hablé en la anterior Hush. Esta segunda parte empieza allá donde había acabado la primera, en el Wacken. Tras una breve presentación o resumen de la anterior (el Metal como cultura; Black Sabbath, Deep Purple o Blue Cheer como cimientos de lo que vendría tras ellos; aquellos personajes del mundillo que fueron entrevistados por él (Dickinson, Lemmy, Dio, Alice, Dee Snider…), nos presenta ahora al Metal no como simplemente música o un subgénero de la misma, sino como una Identidad. Pero frente al origen y evolución del Metal, tratado en su anterior publicación, en esta segunda se plantea, en un mundo globalizado como éste, qué es lo que tiene que decir el Metal en países, a priori, fuera de esta corriente (Indonesia, Irán, Israel…) y qué tienen estos países que decirnos en cuanto a ello. Para empezar, todos recordamos múltiples discos en directo que fueron grabados en Japón (el Live in Japan de los Priest o el Made in Japan de Deep Purple…) y también bandas que en su momento tuvieron mucho que decir, pero cuyo origen está fuera de Inglaterra o los States (como, por ejemplo, Sepultura). En definitiva, el Heavy Metal como una parte más de la globalización. Global Metal.1. Brasil: tras la dictadura que finalizó en 1985, una eclosión de bandas nacieron a la par que la democracia en este país ahora emergente. Como prueba de todo ello está, sin duda, el Rock in Río del 85. El Metal no ha sido para los brasileños algo que los haya liberado. Más al contrario, era algo que estaban suplicando. Tras una entrevista a Iron Maiden, quedan claras dos cosas: la primera, el Heavy Metal como la banda sonora de un nuevo Brasil libre y democrático y, segunda, Sepultura como abanderado de un Brasil, no sólo conocido por Pelé, la Samba o el Carnaval. Finalmente, hace notar la inclusión de instrumentos tradicionales en Sepultura (Roots), que chocó al principio con los fans más ortodoxos de la banda, pero cuyo objetivo final era no copiar simplemente aquello que venía del Tío Sam, sino tener su propia identidad.
2. Japón: otra cultura completamente distinta a la anterior, pero ¿cómo encaja el Heavy Metal en una cultura tan estereotipada y hermética como la nipona? Los fans, muy correctos ellos, no dudarían tras un concierto, en recoger la basura y poner todo en orden antes de irse a sus casas. Es otra manera diferente a la occidental de expresarse. Muy demoníacos ellos en los conciertos, pero fuera de ellos la cosa cambia. Suena Highway Star mientras un grupo de fans se dirige a un local, el Blackmore’s, en donde se reúnen los metaleros más veteranos. Dice Masa Itoh: “Deep Purple llegó a Japón en 1972. Antes de eso, creía que Deep Purple tenía un estilo de tocar organizado y estructurado. Pero no era así: venían incorporando cada vez más y más improvisación en su interpretación. El resultado fue una locura. Nunca habíamos visto algo así. Todos se agolparon al frente del escenario del Budokan. Ritchie volteaba su guitarra boca abajo. Deep Purple se convirtió en una leyenda esas noches. (…) Kiss llegó algunos años después. Al bajar del avión, venían con su maquillaje y disfraces completos. El problema fue que no pudieron pasar por inmigración, y tuvieron que quitarse el maquillaje para poder pasar. Luego volvieron a maquillarse y a ponerse sus vestuarios. Después, miles de fans se abalanzaron sobre ellos. Si vieras los videos de cuando llegaron en los 70 te desmayarías. (…) En Japón, por el maquillaje, Kiss también nos recuerda al teatro Kabuki. Creo que por eso, muchos japoneses sintieron cierta intimidad con ellos”.
En definitiva, Japón, un país único, pero ¿han hecho ellos algo en particular por el Heavy Metal? Marty Friedman (Megadeth) cree que el Heavy Metal es anglosajón y que en el resto de los países se hacen variaciones del mismo, imbuidos en sus raíces culturales. Por ejemplo, en Japón, el Visual Kei, movimiento estético entre músicos japoneses que surgió en base al rock japonés mezclado con el Glam Rock, el Metal y el Punk. Se puede decir que el grupo X-Japan es la banda más versátil. Lo más extraño de todo esto es que muy probablemente, los fans de este estilo de música, nunca hayan escuchado a Metallica. Por ello, son dos estilos de música, el Heavy y el Visual Kei , muy parecidos pero también inconexos entre sí. Visual Kei no es Heavy Metal y viceversa.
3. India: la cuna de Bollywood tiene al heavy Metal como la contrapartida a las imposiciones de la tradición, la religiosidad y normas familiares. En un hotel se realiza un concierto de Metal Extremo y una boda tradicional al mismo tiempo. La discriminación religiosa, social y sexual basada en la tradición se enfrenta al mundo del Metal (localizado en personas pertenecientes sobre todo a profesiones liberales). Una clase media emergente que encuentra en el Metal una vía para conectarse a una cultura global. Music is one language.
4. China: Confucio, Comunismo, Tradición. Antes del 94, la música Metal entraba en el país gracias a estudiantes en el extranjero, hijos de diplomáticos o trabajadores de multinacionales, que hacían copia de lo que fuese. Las bandas chinas de Metal reflejan en sus letras las injusticias, la insuficiencia política y la corrupción del Gobierno. También, el bajo estándar de vida, la pobreza y el trato injusto, especialmente a la mujer.
5. Indonesia: pobreza, corrupción, una fuerte escena underground. Cultura fuertemente politizada donde es prácticamente imposible desarrollar una cultura musical como la que nos atañe.
6. Israel: buenas bandas locales, naturalmente de fuerte influencia americana, como Orphaned Land, Arallu o Salem. Esta última, Salem, encribió en los 90 la canción “Millions Slaughtered”, sobre la Shoah. Recibieron, ¡atención, Sr, Amoedo!, una carta de un tal Varg Vickernes (alias Count Grishnack), creador de un grupo noruego llamado Burzum, de Black Metal, y que anteriormente había pertenecido a Mayhem (también de Black Metal); pues bien, este tal Vickernes les dijo que la música que creaban era muy buena, pero las letras eran una mierda. Salem le contestó que no querían tener nada que ver con él (actualmente en prisión; en números posteriores de Hush os contaré la historia del infame Count Grishnack, qué fue aquello del Inner Circle en Noruega en los 90 y la apoteosis del Black Metal escandinavo). ¡Cual sería la sorpresa de Salem cuando, semanas después, la policía israelí les preguntó quién les odiaba tanto en Noruega, puesto que habían recibido una carta-bomba para ellos!
En el documental, también se habla de Slayer y su “Angel of Death”, tema que tuvo una fuerte repercusión mediática en su época, llegando a tildárseles incluso de antisemitas.7. Irán: totalmente restringido en el país, tachado de inmoral y satánico, pocas bandas conocidas (quizá SDS sea la que más). El público obligado a presenciar sentados los conciertos de estas bandas, que no pueden contener letras, muy dañinas para la integridad moral del país. Por ello, en países como estos, se ven obligados lo fans a descargarse la música por Internet, dado el nulo mercado de fuentes originales.
Que lo disfruten.!!
Continuando con las aventuras de nuestro ínclito aventurero (y también antropólogo y Metalhead en su tiempo libre), Sam Dunn nos presentó en 2008 la segunda parte de Metal, A Headbanger’s Journey, de la que ya os hablé en la anterior Hush. Esta segunda parte empieza allá donde había acabado la primera, en el Wacken. Tras una breve presentación o resumen de la anterior (el Metal como cultura; Black Sabbath, Deep Purple o Blue Cheer como cimientos de lo que vendría tras ellos; aquellos personajes del mundillo que fueron entrevistados por él (Dickinson, Lemmy, Dio, Alice, Dee Snider…), nos presenta ahora al Metal no como simplemente música o un subgénero de la misma, sino como una Identidad. Pero frente al origen y evolución del Metal, tratado en su anterior publicación, en esta segunda se plantea, en un mundo globalizado como éste, qué es lo que tiene que decir el Metal en países, a priori, fuera de esta corriente (Indonesia, Irán, Israel…) y qué tienen estos países que decirnos en cuanto a ello. Para empezar, todos recordamos múltiples discos en directo que fueron grabados en Japón (el Live in Japan de los Priest o el Made in Japan de Deep Purple…) y también bandas que en su momento tuvieron mucho que decir, pero cuyo origen está fuera de Inglaterra o los States (como, por ejemplo, Sepultura). En definitiva, el Heavy Metal como una parte más de la globalización. Global Metal.1. Brasil: tras la dictadura que finalizó en 1985, una eclosión de bandas nacieron a la par que la democracia en este país ahora emergente. Como prueba de todo ello está, sin duda, el Rock in Río del 85. El Metal no ha sido para los brasileños algo que los haya liberado. Más al contrario, era algo que estaban suplicando. Tras una entrevista a Iron Maiden, quedan claras dos cosas: la primera, el Heavy Metal como la banda sonora de un nuevo Brasil libre y democrático y, segunda, Sepultura como abanderado de un Brasil, no sólo conocido por Pelé, la Samba o el Carnaval. Finalmente, hace notar la inclusión de instrumentos tradicionales en Sepultura (Roots), que chocó al principio con los fans más ortodoxos de la banda, pero cuyo objetivo final era no copiar simplemente aquello que venía del Tío Sam, sino tener su propia identidad.
2. Japón: otra cultura completamente distinta a la anterior, pero ¿cómo encaja el Heavy Metal en una cultura tan estereotipada y hermética como la nipona? Los fans, muy correctos ellos, no dudarían tras un concierto, en recoger la basura y poner todo en orden antes de irse a sus casas. Es otra manera diferente a la occidental de expresarse. Muy demoníacos ellos en los conciertos, pero fuera de ellos la cosa cambia. Suena Highway Star mientras un grupo de fans se dirige a un local, el Blackmore’s, en donde se reúnen los metaleros más veteranos. Dice Masa Itoh: “Deep Purple llegó a Japón en 1972. Antes de eso, creía que Deep Purple tenía un estilo de tocar organizado y estructurado. Pero no era así: venían incorporando cada vez más y más improvisación en su interpretación. El resultado fue una locura. Nunca habíamos visto algo así. Todos se agolparon al frente del escenario del Budokan. Ritchie volteaba su guitarra boca abajo. Deep Purple se convirtió en una leyenda esas noches. (…) Kiss llegó algunos años después. Al bajar del avión, venían con su maquillaje y disfraces completos. El problema fue que no pudieron pasar por inmigración, y tuvieron que quitarse el maquillaje para poder pasar. Luego volvieron a maquillarse y a ponerse sus vestuarios. Después, miles de fans se abalanzaron sobre ellos. Si vieras los videos de cuando llegaron en los 70 te desmayarías. (…) En Japón, por el maquillaje, Kiss también nos recuerda al teatro Kabuki. Creo que por eso, muchos japoneses sintieron cierta intimidad con ellos”.
En definitiva, Japón, un país único, pero ¿han hecho ellos algo en particular por el Heavy Metal? Marty Friedman (Megadeth) cree que el Heavy Metal es anglosajón y que en el resto de los países se hacen variaciones del mismo, imbuidos en sus raíces culturales. Por ejemplo, en Japón, el Visual Kei, movimiento estético entre músicos japoneses que surgió en base al rock japonés mezclado con el Glam Rock, el Metal y el Punk. Se puede decir que el grupo X-Japan es la banda más versátil. Lo más extraño de todo esto es que muy probablemente, los fans de este estilo de música, nunca hayan escuchado a Metallica. Por ello, son dos estilos de música, el Heavy y el Visual Kei , muy parecidos pero también inconexos entre sí. Visual Kei no es Heavy Metal y viceversa.
3. India: la cuna de Bollywood tiene al heavy Metal como la contrapartida a las imposiciones de la tradición, la religiosidad y normas familiares. En un hotel se realiza un concierto de Metal Extremo y una boda tradicional al mismo tiempo. La discriminación religiosa, social y sexual basada en la tradición se enfrenta al mundo del Metal (localizado en personas pertenecientes sobre todo a profesiones liberales). Una clase media emergente que encuentra en el Metal una vía para conectarse a una cultura global. Music is one language.
4. China: Confucio, Comunismo, Tradición. Antes del 94, la música Metal entraba en el país gracias a estudiantes en el extranjero, hijos de diplomáticos o trabajadores de multinacionales, que hacían copia de lo que fuese. Las bandas chinas de Metal reflejan en sus letras las injusticias, la insuficiencia política y la corrupción del Gobierno. También, el bajo estándar de vida, la pobreza y el trato injusto, especialmente a la mujer.
5. Indonesia: pobreza, corrupción, una fuerte escena underground. Cultura fuertemente politizada donde es prácticamente imposible desarrollar una cultura musical como la que nos atañe.
6. Israel: buenas bandas locales, naturalmente de fuerte influencia americana, como Orphaned Land, Arallu o Salem. Esta última, Salem, encribió en los 90 la canción “Millions Slaughtered”, sobre la Shoah. Recibieron, ¡atención, Sr, Amoedo!, una carta de un tal Varg Vickernes (alias Count Grishnack), creador de un grupo noruego llamado Burzum, de Black Metal, y que anteriormente había pertenecido a Mayhem (también de Black Metal); pues bien, este tal Vickernes les dijo que la música que creaban era muy buena, pero las letras eran una mierda. Salem le contestó que no querían tener nada que ver con él (actualmente en prisión; en números posteriores de Hush os contaré la historia del infame Count Grishnack, qué fue aquello del Inner Circle en Noruega en los 90 y la apoteosis del Black Metal escandinavo). ¡Cual sería la sorpresa de Salem cuando, semanas después, la policía israelí les preguntó quién les odiaba tanto en Noruega, puesto que habían recibido una carta-bomba para ellos!
En el documental, también se habla de Slayer y su “Angel of Death”, tema que tuvo una fuerte repercusión mediática en su época, llegando a tildárseles incluso de antisemitas.7. Irán: totalmente restringido en el país, tachado de inmoral y satánico, pocas bandas conocidas (quizá SDS sea la que más). El público obligado a presenciar sentados los conciertos de estas bandas, que no pueden contener letras, muy dañinas para la integridad moral del país. Por ello, en países como estos, se ven obligados lo fans a descargarse la música por Internet, dado el nulo mercado de fuentes originales.
Que lo disfruten.!!